La exposición del artista
mexicano Rafael Lozano-Hammer vuelve a abrir la entrada al público después de
cerrar por Covid-19.
La exposición vuelve a abrir durante el mes de septiembre después de cerrar sus puertas debido a la contingencia en CMDX. Latidos, el nombre de esta interesante exposición se encuentra en la plaza Artz Pedregal en la sección Arte Abierto, donde la entrada es gratis al público. Actualmente están controlando su entrada dejando pasar por grupos de 15 cada media hora junto con sus precauciones.
Su temática como el nombre indica, trata del efecto que los latidos del corazón de las personas pueden causar en cada instalación. Lo interesante es: el visitante también puede ser parte de la obra al no solamente ser una exposición sencilla visual, sino de tacto, vibraciones, y sonidos. Cuenta con tres secciones, donde cada una cuenta con una interactividad diferente.
Al entrar te imaginas una
exposición con demasiada luz, pero te asombras por la instalación oscura y
silenciosa para poder apreciar mejor el arte. La primera sección te deja
sorprender, te confunde al ver solamente unas pantallas grandes con colores rosa,
carne y amarillo. Se trata de la sección de Índice de Corazonadas, una sección
donde al poner tu dedo en un sensor detecta tu huella dactilar y deja ser parte
de la obra, mostrando primero tu huella de cerca, luego varias huellas en
mosaico detrás de otras personas en otra pantalla.
La segunda sección,
Tanque de corazonadas, la sala te confunde al solo ver dos estanques reflejadas
en el techo por las luces al lado. La actividad trata de dos personas poniendo sus
manos en unas plataformas, estas detectan tus frecuencias cardíacas, haciendo
agitar el agua a ese ritmo, creando una imagen en el techo de las vibraciones
del agua. Te deja una imagen interesante, se enfoca en la interacción de varias
personas que son unidas por sus frecuencias cardiacas para poder crear una obra
juntos.
La última sección para
cerrar es la más interesante y oscura, Almacén de Corazonadas, donde eres
llevado a un cuarto de cien focos colgando junto con un sonido llenando la
habitación. Al ponerse en un sensor los focos se prenden y apagan al ritmo de
tu corazón creando una imagen visual asombrosa. La exposición seguirá abierta
al público dejando al artista Hammer, transmitir sus ideas a través de sus
originales obras.
“Se me hizo una exposición bastante sencilla y corta”, “Me gustó la sección del agua, Tanque de corazonadas, por cómo lograron representar las vibraciones de uno mediante agua y sombras”, comentaron.
“Fue interesante el
representar los latidos de la gente con diferentes tipos de materiales. Siento
que es una exposición donde el lugar esta bastante lejos y me gustaría que
durara un poco más, la parte visual se me hizo muy interesante pero el hecho
que dure poco y sea en un lugar lejano me hace dudar un poco en volver a
visitarlo.” Fueron algunos testimonios de los visitantes que nos dieron acerca
de la exposición.
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