Asimov: inteligencia para ciencia, ficción y ciencia ficción

 

El famoso escritor de cabello blanco y patillas largas es recordado por sus novelas ficticias y la divulgación científica, enfocada en el área de bioquímica.

 

Nacido en Rusia el 12 de enero de 1920 y criado en Estados Unidos, desde pequeño, Isaac Asimov demostró curiosidad por la vida y una inteligencia mayor a la que suponía su edad. Debido a su gran intelecto, su madre cambió la fecha de su nacimiento para que pudiera entrar antes a la escuela. Comenzó a escribir cerca de los 19 años pequeñas historias de ciencia ficción llamadas pulps en la tienda de dulces de su padre. 

Tiempo después y con tan sólo 15 años, Asimov estaba preparado para entrar a la Universidad de Columbia en el año 1935. Después de cuatro años, esta mente brillante ya había conseguido una licenciatura en Químicas, lo que le permitió después hacer otras en Artes, Ciencias y obtener un doctorado en Filosofía. Sus padres esperaban que con semejante intelecto buscara la licenciatura en Medicina, pero él decidió perseguir el sueño de escribir novelas y dedicarse a la literatura.

Las obras de Asimov se centraban en el dominio de la humanidad sobre las máquinas, poniendo la tecnología como base de la sociedad. Libros como Yo, Robot (1950) o El segundo libro de robots (1964) se trataban de como el hombre tenía maquinas a su servicio 24/7, aunque para hacer las tramas interesantes, los robots llegaban a desafiarlos, poniendo este futuro tecnológico en un futuro distópico lleno de caos.

Hay que preguntarse si una mente tan brillante como la de Isaac podría predecir la dependencia que tendría el humano hacia la tecnología. Cada vez más, la tecnología sustituye las funciones humanas y nos hace depender de ella. En una de sus historias se crea la “psicohistoria”, una ciencia con el objetivo de predecir el comportamiento de las masas, algo no muy lejano a lo que se trata de hacer hoy en día. Es casi como si el famoso escritor hubiera sentado las bases para lo que depararía el futuro en estos tiempos tan caóticos.

Lamentablemente, después de muchos logros literarios y científicos por parte del brillante bioquímico, Isaac Asimov falleció a los 72 años a causa de un fallo cardiaco e insuficiencia renal provocados por la enfermedad del VIH SIDA. Esta enfermedad la contrajo en una operación quirúrgica. Los doctores a cargo del procedimiento decidieron no divulgar esa información debido al estigma que se le tenía a la enfermedad. Un escándalo podría haber empañado el respeto a la inteligencia de Isaac, por lo que años después fue divulgado por su segunda esposa y viuda.