Más tiempo, reflexionar en la tranquilidad de estar solo. Estos fueron los pensamientos de Franciska, Naël, Mateo y Jacob; cuatro artistas independientes quienes ya disfrutaban de hacer arte en esta pandemia, cuya incertidumbre los hace procurar nuevas soluciones a corto plazo para poder mantener a flote esta creatividad y proyectos. Hasta el más objetivo en sus decisiones de vida ha admirado una pieza musical construida con edición donde todos tocan desde sus casas. El arte parecía una pérdida de tiempo hasta antes de la pandemia, tal vez muchos podríamos coincidir que es necesario para sobrellevar nuestra lucha interna.
¿El momento esperado?
De acuerdo con Rosa Montero en el artículo “La pandemia confirmó el valor del arte por eso debe reforzarse” en la Jornada, la forma de hacer resistencia al shock causado por la pandemia. Tratar de no citar tanto a la situación para poder asimilar es la tarea de las artes. Y se ha sabido adaptar a las restricciones, ya sea de manera presencial o digital. La música, la actuación, la pintura y las artesanías buscan dar de qué hablar con la oportunidad creada por el internet. Aprovechar el ocio de las masas para lograr la unidad no tan conformada anteriormente.
No es del todo cierta la especulación de habernos vuelto seres digitales. Pues en México se registraron 393 galerías de arte en todo el país (INEGI, CONACULTA. 2018). Así como el consumo de arte en los Estados Unidos, donde un promedio de 206.1 millones de estadounidenses asisten a galerías y museos por año y 263.3 millones dijeron en 2017 hacerlo por diversión, haciendo de esto un 81%. En materia de música, las grandes productoras tenían 8,417 en cuota ingresos globales, una disminución del 22% de acuerdo al año anterior y el crecimiento de artistas independientes pasó de 2,011 a 2,773 para 2019, esto representó un 27.5% de incremento.
Una industria impredecible
“Estaba teniendo una mejor trayectoria con mi carrera más que nunca y estaba subiendo, pero con la pandemia, estaba como “¿Por qué no estoy viendo los mismos resultados? Algo está raro”” dijo el productor y cantautor de Pop/R&B estadounidense Jacob Seeger. Y expresa la forma en la que el público está consumiendo su música, lo relaciona con la necesidad creciente de ver algo nuevo todo el tiempo a causa de aburrimiento.
“Me he dado cuenta que no creo haber tenido una venta en meses probablemente, sí por un tiempo, pero ya no más. Estoy seguro que esta pandemia ha cambiado globalmente los precios.” Habla de la necesidad que ha orillado a las personas a pensar mejor en qué usar su dinero, no los culpa y es empático con esa situación haciendo alusión al desempleo y a las medidas tomadas por las industrias como el de no contratar a tantos artistas.
Un artículo realizado por María Victoria Guzmán muestra el contexto económico de aquellos que viven del arte en Chile. La mayoría gana por debajo de los 651.75 dólares con un desempleo del 85% a causa de la pandemia y sin acceso a seguro médico. Jacob Seeger menciona la imposibilidad de sobresalir si no se es capaz de invertir en la creatividad propia.
¿Cambiar tu arte?
Hasta unos días antes del anuncio de un nuevo confinamiento en Francia, el actor nativo de Aurillac, Naël Malassagne, contó su situación con la pandemia. Para él no ha sido tan caótica como muchos la describirían, pues él toma ese tiempo para centrarse en el descanso y relajación. Mencionó sentirse emocionado por los proyectos que le esperan en set, al igual de sentirse sorprendido por la cantidad de trabajo que ha tenido, con todas las medidas de prevención.
Tal vez hablar de la forma en la que los artistas han adaptado su trabajo a situaciones que han surgido a partir de la nueva normalidad. Esto consiste en cambiar el enfoque de la creatividad y hacerla popular.
Franciska Balogh, una estudiante de Diseño Gráfico en Budapest. Menciona no haber sentido un cambio en su arte, pero a la manera de venderlo, pues la situación del confinamiento en Hungría ha sido intermitente “Tratamos de copiarle a otros países a pesar que estamos atrasados en la situación.” Reflexiona la problemática del incremento de los contagios y cómo esto es peor en cuanto a la falta de personal de salud.
Franciska regresó de haber estado estudiando en Rotterdam, Países Bajos, menciona haberlo hecho aún sin pandemia y la tristeza que le causó regresar a su país y no poder ver a sus amigos. “Me di cuenta que fue como si hubiera estado en confinamiento por un año.” Menciona el sentido colectivo creado por la distancia. “Con las redes es más fácil conectarte con personas que iban a un mercado de arte y ahora te recomiendan, todos se ayudan.” Su objetivo no han sido las ventas de los productos de su marca Drifter Art por internet, pues está trabajando en algo para que le deje dinero en lo que estudia en línea.
Encontrar soluciones de forma conjunta
Mateo Madrid, un pintor y cantautor de Quito, Ecuador, menciona las dos caras de la pandemia y buscar ser creativo. “Te da bastante inspiración que tienes todo el tiempo del mundo y le puedes dar tiempo a pintar, a la vez estás en tu casa y te vuelves cómodo.” Una opinión no exclusiva de producir arte, sino de trabajar en casa y permanecer, para los que se cuidan. La situación en Latinoamérica no es tan diferente como en Europa, pues los artistas se están apoyando entre ellos, todos pasan por lo mismo.
A un ritmo distinto, ha encontrado diversidad para expresarse, además de la música y de los proyectos que ha comenzado a hacer, puso a prueba nuevas técnicas que antes no consideraba “Me he puesto a editar videos por lo de la música, descubrí nuevas técnicas de arte, es chévere experimentar en eso, he hecho collages, nuevas formas de pintar, aprender a producir en la compu en este tiempo que he tenido libre.”
Menciona la conectividad brindada por el internet, dejando de lado el periodo de adicción a Instagram. “Hablé con un chico brasileiro que hace música y quedamos para una colaboración, está muy chévere poderte conectar para este tipo de cosas con gente de otros países.”
Adaptar espacios para seguir existiendo
Los lugares de exposición para las artes también han sido afectados, pues aquí la Sala Nezahualcóyotl ha tenido que aplazar sus espectáculos con temas vigentes, ya sea por los movimientos sociales o los mismos sentimientos de la pandemia. Las galerías han creado comunidades fuera de los recintos para apoyar la creatividad mutua y los sets de grabación encuentran formas cada vez más originales de mantener la sana distancia y el arte fluyendo.
Ahora puedes acudir a aquellas personas quienes pensabas inconmovibles como acompañantes para disfrutar de una nueva serie, comprar una pieza, un cuadro, o descubrir nueva música. Franciska y Naël hacen énfasis en cómo el arte nos ayuda a ser resilientes con esta situación dejándose inspirar por su alrededor cotidiano y encontrar una forma de expresarlo.
Si observamos las cifras de la industria musical, a los artistas populares ya les sobra reconocimiento, al igual que a los grandes actores y pintores. Es hora de darles una oportunidad a quienes lo hacen por amor.
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