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martes, 3 de diciembre de 2019

Ejército Mexicano en el deporte ecuestre



La participación del ejército en la equitación mexicana tuvo su mayor alcance en los Juegos Olímpicos de 1948, y a pesar de no tener el mismo éxito en la actualidad, los elementos de las Fuerzas Armadas de nuestro país siguen activos en este deporte formando equitadores de alto rendimiento que conforman los equipos representativos de nuestro país.


El deporte ecuestre en nuestro país  nació y se desarrolló con el Ejército, y pesar de no tener un reconocimiento internacional como hace 70 años, el Ejército Mexicano sigue formando equiadores de alto rendimiento que representan a nuestro país y forman parte de la Selección Mexicana de Equitación, además de prestar sus instalaciones para la práctica y concursos de las diferentes modalidades de esta disciplina como adiestramiento, salto, cross - country, acrobacia y equinoterapia, entre otras.

Londres, 1948
En los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 el Teniente Coronel Humberto Mariles subió a lo más alto del podio británico para recibir una medalla de oro en salto individual y otra en salto por equipos a lado de El Capitán José Manuel Incháustegui, los Tenientes Víctor  Carrillo, Raúl Campero y Alberto Valdés, y el Capitán Médico Veterinario Federico Franco Manzo. A pesar de las dudas del presidente Miguel Alemán por la decisión de Mariles, días antes de viajar a Londres, de cambiar a su compañero equino “Resorte” por “Arete”, el Teniente Coronel y su equipo demostraron su talento y pasión frente a todo el mundo.
Históricamente es la única vez en la que un atleta ha ganado dos medallas de oro en los mismos Juegos, y a su vez fué la primera para México. La idea era que lo logrado por este equipo sentará las bases para que la equitación se convirtiera en uno de los deportes más importantes en los Juegos Olímpicos para nuestro país, sin embargo, no fué así. A pesar de que México ha vuelto a subir al podio en esta disciplina con tres bronces  en Moscú 1980 y ha vuelto a clasificar en estos juegos, el equipo de Humberto Mariles ha sido el último integrado por miembros del ejército mexicano.

Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe
A pesar de no lograr clasificar a los Juegos Olímpicos, la participación del ejército en este deporte no ha cesado, sigue activa y destacada en Juegos Panamericanos y Centroamericanos y del Caribe, ya que los equipos clasificados para estos eventos han estado conformados en la mayoría de las ocasiones por al menos un militar.
El Capitán Enrique Mercado es uno de los destacados jinetes del ejército mexicano. A sus 48 años de edad con 32 de servicio como elemento de las Fuerzas Armadas ha participado en tres juegos Panamericanos; en Guadalajara 2011, Toronto 2015 y recientemente en Lima 2019 en donde él, junto con su equipo quedaron en 4to lugar en salto por equipos, además de dos  Juegos Centroamericanos y del Caribe; en Veracruz 2014,  en donde obtuvo medalla de plata en salto por equipos, y en Colombia 2018.
“Para mi ha sido un honor representar a nuestro país, y muy importante también al ejército en estos Juegos, porque muchos civiles piensan que los militares somos  nada más los que están uniformados y armados en las calles, pero también muchos de nosotros somos deportistas y amamos nuestra profesión y amamos nuestro deporte.” Comentó.

Nacer, vivir y morir siempre de Caballería
Los ejércitos y los caballos han estado estrechamente relacionados a lo largo de la historia. 
En México, alrededor del año 1822, el emperador Agustín de Iturbide formó la “Orden de los Dragones de la Reina”, un grupo de jinetes militares mestizos que forjaron las bases y los antecedentes para la creación del  arma de Caballería dentro del Ejército Mexicano.  Desde entonces los elementos de las Fuerzas Armadas pertenecientes a esta arma son con los que nació y se desarrolló el deporte ecuestre en nuestro país.
Actualmente, los cadetes del arma de Caballería del Heróico Colegio Militar son instruidos en el mantenimiento y cuidado de sus caballos a partir de su segundo año. Después de graduarse pueden ser asignados, ó si así lo desean, realizar pruebas para ejercer en las otras dependencias en las que se lleva a cabo este deporte.
De cada generación se seleccionan alrededor de siete estudiantes, de acuerdo a sus habilidades y capacidades, que conforman el equipo de salto representativo de esta institución. Además, también practican las otras disciplinas de este deporte como adiestramiento y cross - country,  y participan en concursos de estas modalidades. Por lo general, una vez graduados son los que deciden seguir dedicandose a este deporte al haber tenido un mayor acercamiento a él.
Nicolás Corro, un viejo amigo, me contó su experiencia en este equipo y como ésto lo ha llevado a querer dedicarse a este deporte. “Antes del Colegio Militar  yo nunca había practicado este deporte, pero a diferencia del resto de la generación nosotros entrenabamos más y nos dedicabamos a la equitación en forma. Incluso no solo teníamos un caballo asignado, sino dos. Todos los días entrenamos desde las dos de la tarde hasta casi las seis, mientras que el resto se iban de las caballerizas como a las cuatro. Los sábados, nuestros compañeros se iban francos a medio día, y los del equipo teníamos que estar ya montados a las 7:30 de la mañana y terminamos como a las tres de la tarde, pero valía la pena porque nos gustaba mucho y obteníamos siempre los primeros lugares en los concursos en los que competimos con civiles. El podio era siempre nuestro. Un año después de que me gradué hice pruebas para el CEAR y me quedé. Aquí puedo seguir desarrollándome como equitador y espero algún día ser seleccionado nacional y representar a México.”

Participación actual
Con la llegada del General Salvador Sin Fuegos Cepeda a la Secretaría de la Defensa Nacional, en el 2012, regresó el apoyo a la equitación. Se reabrieron y remodelaron las instalaciones, se crearon y retomaron concursos y exhibiciones.
Actualmente el Ejército Mexicano cuenta con varias instalaciones ecuestres además del Heroico Colegio Militar, como el Centro Ecuestre de Alto Rendimiento (CEAR), La Villa Hípica del Campo Militar No. 1, El Grupo Montado que se encuentra en las instalaciones del ex Deportivo del Estado Mayor Presidencial, El Centro Ecuestre de Santa Lucía y a conocimiento de pocos, el único  criadero militar, ubicado en Santa Gertrudis, Chihuahua. Aquí  se cría la raza de caballos creada por el ejército llamada  “Santa Gertrudis”. Esta especie es utilizada en los diferentes campos ecuestres y es única de nuestro país.
Algunas de estas instalaciones son utilizadas para la realización de concursos de salto, adiestramiento y cross - country, los cuales fomentan la práctica y apreciación de este deporte al admitir la inscripción de personal civil y militar. Uno de estos concursos, llamado “Circuito Caballería” se ha postulado como el más popular en la Ciudad de México durante los últimos 20 años con más de mil inscripciones cada año.  Además, en algunas de estas instalaciones se imparten clases de equitación, doma y servicios de equinoterapia para personal civil, militar y derechohabientes.
Durante el año pasado, nuestro primer entrevistado, el Capitán Enrique Mercado, se conviritió en el primer militar en clasificar y participar en el Longines Global Champions Tour, uno de los concursos de salto más famosos y cotizados del mundo que reúne a los mejores jinetes, y en este año, el Capitán Fernando Parroquín fué elegido  para formar parte de  la Selección Mexicana de Equitación.


A pesar de no clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 el Ejército Mexicano seguirá teniendo una participación activa en el deporte ecuestre, como la ha tenido desde sus comienzos en nuestros país. 

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