“Prueba y error. Preguntando y haciendo pruebas” así es como comenzó la carrera de el joven fotógrafo mexicano, Virro Borja, que en la actualidad con tan solo 31 años de edad gracias a su talento, esfuerzo y dedicación se ha convertido en uno de los referentes de la fotografía mexicana a nivel internacional.
El elevador se abrió en el onceavo piso de un edificio de departamentos ubicado en la condesa. Al salir pude observar que se trataba de un rooftop de uso común para los habitantes del edificio, estaba decorado con plantas y luces. Por un lado estaba amueblado con varias salas lounge y del otro había pequeñas mesas blancas para cuatro personas. La vista era impresionante, se podía ver el cielo despejado, y a lo lejos el Castillo de Chapultepec, la torre BBVA y otros edificios emblemáticos de la Ciudad. Unos minutos más tarde la puerta del elevador se abrió nuevamente y de el salio Virro Borja, un joven fotógrafo mexicano con reconocimiento internacional. Virro vestía unos jeans oscuros, unos tenis blancos deportivos, una playera gris con un estampado de Mickey Mouse y un suéter negro de botones, llevaba el cabello ligeramente despeinado por el viento que soplaba en lo alto del edificio y unos lentes redondos de armazón negro. Cuando se acercó a saludarme me sorprendió su aspecto tan jóven, si él me hubiera dicho que tenía veinticinco años, yo le hubiera creído sin problema. Desde ese primer saludo pude notar que es una persona llena de energía y buena vibra. Tomamos asiento en una de las pequeñas mesas blancas, él se sentó en el borde de la silla, movía muchos las manos. Después de platicar un poco comenzamos con la entrevista.
El comienzo
“¿Cómo comenzó mi carrera? Pues bueno, en mi familia es la segunda generación en el tema de artes gráficas, pues casi casi nací en el tema de editorial de libros y fue ahí como una gran parte, que fue la introducción al tema de la foto. Pero ya en un viaje a los 18 años a Cuba fue cuando dije -aquí quiero hacerla-, pues dedicarme a la foto, suena un poco poético pero es real, en Cuba pude ver muchísimo el tema de los contrastes de la vida y como también los podríamos, bueno los podría plasmar en una foto. Los blancos y negros. Y la verdad ahí fue cuando dije -aquí me voy a dedicar-, y a partir de eso empezó a ser una forma más de educación autodidacta, en sí no curse la universidad para dedicarme a esto en específico, pero fue educación autodidacta. Prueba y error. Preguntando y haciendo pruebas.”
Experiencias
¿“Cúal es la mejor experiencia que me ha dejado mi trabajo?”
Fue aquí cuando note que repetía mis preguntas para sí mismo en voz alta mientras volteaba hacia el horizonte y pensaba su respuesta.
“La verdad una de las cosas que más me gusta es volver a ver mis fotografías y casi casi es como meterme a mi memoria mental y ver todo lo que estaba viendo, y recordarlo de una forma muy personal. Me conecta mucho con el pasado y eso es una de las cosas que más me gusta, sin olvidar pues, a todas las personas que yo puedo conocer a través de la fotografía. Digamos, un día puedo tener una sesión de fotos con Carlos Slim y veo como lo que sucede, me toca verlo y pues otro día quizás puedo estar haciendo foto documental de algún vagabundo, o quizás algo del ejército, o sea, es vibrar muchísimas frecuencias y muchísimas situaciones políticas y sociales, y eso creo que también es otra de las cosas que me gusta o de lo que más me ha dejado.”
Edificaciones y turismo
Después de saber cómo había sido el comienzo de su carrera le pregunté si tenía algún tipo de fotografía que disfrute más hacer, lo pensó unos segundos mientras daba pequeños golpes en la mesa con ambas manos y me contestó.
“Actualmente mucho arquitectura. Si, actualmente la arquitectura porque para mí es como una carrera que hubiera hecho. Si hubiera estudiado, hubiera sido la arquitectura. Se me hace una disciplina artística que cambia muchísimo la forma de actuar de las personas. Si estás en un espacio cerrado pues te sientes así” dijo mientras juntaba sus manos y las cerraba para representar sus palabras, “si estás en un espacio oscuro, tu actitud cambia, y cuando un arquitecto va modificando o lo va haciendo a su imaginación puede cambiar la vida de las personas, ¿No? Te imaginas y sientes otras cosas solo estando en ese lugar, y eso en fotografía me gusta mucho también retratar o tratar de expresar lo que quiso hacer ese arquitecto. En segundo lugar creo que sería de turismo pero este nuevo tipo de fotografía que es como lifestyle, que no es nada más el paisaje bonito y así, sino el paisaje con una persona haciendo algo. Porque ahora la fotografía ha cambiado muchísimo los objetivos, anteriormente era una fotografía para estar en un libro o para hacer un espectacular, para algo más físico, y ahora todo es digital y lo digital hace una conexión, que es la foto, pero si ves sólo el pasaje dices -ah, okay- pero si lo ves con una persona pues ya te lo imaginas como si fueras tú esa persona.”
Oportunidades
“¿Qué lugares me permitió conocer mi trabajo? Pues hay muchos internacionales a los que me ha permitido. Hay unos, la verdad muy padres en el tema turístico como es Islandia, sus capitales principales. De Asia; Hong Kong, Tailandia, Vietnam y Singapur. De Europa; Francia, España, también Cuba.” Mencionó los países mientras los enumeraba con los dedos de la mano.
“Pero creo que lo que más me ha permitido conocer y lo que más me gustado ha sido México, porque la verdad yo hace dos años pensaba que conocía México y mi ciudad, pero no, la verdad no. Y con esta cuenta alterna que tenemos, que es enfocada a lo digital, nos dimos cuenta que si hay muchísimo que conocer en la Ciudad de México nada más.”
Lo interrumpí para preguntarle si las fotos que subía a esta cuenta eran de su día a día, o si las tenía ya almacenadas para subir una diario, a lo que me contestó “Si, con esa cuenta alterna que hice con mi esposa, que se llama @virroylola, hacemos diario un nuevo lugar o algo nuevo que hacer, y eso nos ha sorprendido porque podrías creer que conoces muchos lugares, pero aquí hay muchísimo que hacer y no te das cuenta. Entonces creo que más bien, ¿Qué lugares me ha permitido?” Dijó, preguntándose a sí mismo nuevamente. “Mi propio país” se contestó.
Una semana normal
“En una semana normal, ¿cómo es mi agenda? Pues está la parte romántica y la parte realista. La romántica, se podría decir que hay algunos días con sesiones fotográficas ya agendadas, en las cuales sí hay algunas que son muy interesantes, la verdad. Como -A ver, vete al Castillo de Chapultepec, sólo, en la noche, a las siete y puedes prenderlo, jugar y hacer lo que quieras- o -vete de viaje con Camila Sodi a tomarle fotos en Cuba- hay muchas cosas que a veces son muy diferentes. Eso sí, siempre es un día diferente. Por otro lado, a veces en la semana hay días de enviar presupuestos. Cosas de detrás del escritorio, como editar fotografías, que también me gusta mucho. Dijo emocionado.
“También hay una parte de estar en el escritorio enviando, programando y organizando, pues a veces, producciones grandes. Por ejemplo, no sé, hay una campaña de Lala y te dicen -Queremos modelos, queremos locación, queremos ideas- y todo eso, pues lleva muchas semanas de planeación, y a veces eso está dentro de la semana de actividades, que es lo que menos me gusta, pero bueno.” Dijo alzando los hombros y soltando un pequeño suspiro mientras sonreía.
Primera exposición - 1 millón de seguidores
La primera vez fue una serie de fotografías que hice, las expuse en la embajada de Cuba y se dió porque a la embajada de Cuba le gustó el trabajo que habíamos realizado fotográficamente, que era un trabajo que no era lo que estaba acostumbrada enseñarse. Es decir, Cuba pobre, o sea, lo tradicional. Hicimos como una fotografía pues más actual, enseñando las cosas bonitas de Cuba pero sin ser falso, más bien un lifestyle de Cuba, y esto le gusto mucho a la embajada de Cuba y lo expusimos por primera vez ahí. La verdad fue muy... Para un fotógrafo a veces el hacer una exposición es como una cosa que puedes tener en la cabeza como que es lo más importante, como de -Ah, me van a ver-. Bueno, eso fue hace diez años, diez o veinte, pero ese es un tema muy interesante. Hay muchos fotógrafos que piensan que hacer una exposición es como una meta ¿No? O algo importante, y la verdad ahora es una cosa que está cambiando muchísimo la percepción y el objetivo del fotógrafo en el cual, por ejemplo, ahorita si me dijeras -¿Qué quieres? ¿Exponer o tener unos 1 millón de seguidores? Seguidores reales de Instagram- te diría que prefiero a los seguidores, aunque sea la mejor galería, casi hasta del mundo, porque nada más pensar en que un millón de seguidores están viendo tu trabajo en un día, lo que sacas mañana, pasado mañana, los videos, los procesos, es algo continuo. Una galería no lo va a poder hacer aunque sea la mejor, eh. Eso es algo interesante, pero regresando al tema de esto de la embajada pues ya, hicimos esta exposición, luego la hicimos en el metro, luego se la llevaron y así fue la primera exposición de fotos.”
Un reto superado
Le pregunté por un reto laboral al que se haya enfrentado y sin pensarlo me contestó “Ah bueno, eso lo tengo muy en la cabeza. La primera fue una campaña comercial de Mercedes Benz, fue un reto porque fue hacer una campaña fotográfica de autos, que la verdad no era mi especialidad. Nunca había hecho autos. Porque en el tema de la fotografía hay arquitectura, gente, autos, gastronomía, hasta niños, hasta perros. Digo, ya en el tema profesional profesional. Entonces salió esta propuesta de hacer una campaña de fotografía de autos en Mercedes Benz, la primera que se ha hecho en México, y pues para empezar uno, o bueno, yo dije -Ah, es Mercedes Benz- para los fotógrafos es como, pues ya una meta grande, pero nunca había hecho carros, entonces fue un poco un gran reto porque también me integre como empresa fotográfica con un estudio de producción digital, que es como lo que sería Photoshop y otra área que es CGI, en inglés es Computer Graphic Image, y esa es una tecnología que se hace por ejemplo para las películas de iron Man o Batman, así una tecnología muy muy avanzada, y esa la juntamos con Photoshop y fotografía por primera vez para hacer esta campaña por primera vez, nunca lo habíamos hecho. Y dijimos -A ver qué tal-. La idea era retratar una línea de carros en 11 pueblos mágicos y entonces pues con todos los efectos especiales quedó muy bien, y bueno a partir de ahí ya las demás nos han sido más fáciles pero esa ha sido la más compleja hasta ahora.”
Para este punto de la plática Virro ya se encontraba sentado en una posición más cómoda, sonreía más y se extendía más en sus respuestas.
Fuera del trabajo
Después de conocer un poco sobre su trabajo me interesó conocer su vida en su tiempo libre.
“Fuera de mi trabajo... No sé si sea hobby, pero siempre ando en moto y me encantan las motos. Andar en moto por la ciudad y me gustan mucho las vespas.” Se veía la emoción en su mirada al hablar de esto. “No sé si sea un hobby la fiesta o también mi perro” Dijo entre risas.
“Me gusta mucho ir a museos, saber qué está pasando en el tema de exposiciones, esculturas, cosas muy novedosas, y creo que sí podría ser un hobby porque no es específicamente parte de mi trabajo, pero puedo ir diario o un fin de semana a ver muchas exposiciones y también estar viendo pues, la palabra que no me gusta, pero es nuevas tendencias.” Simuló comillas con ambas manos mientras decía esta última frase con un tono sarcástico.
3 mil 464 chefs
En el año 2014, Virro ganó un Récord Guinness por retratar en una sola fotografía a 3 mil 464 chefs de todo el mundo. Me pareció que sería una historia interesante por lo que le pedí que me la contara.
“Pues mira, esta foto de Récord Guinness salió la idea porque hace ya algunos años hice un libro de restaurantes y cuando hacía el libro de restaurantes pues conocí a muchos chefs, muchos, muchos, muchos, cada vez más. Un día con el presidente de la editorial hablamos, así de chiste dijimos -¿Por qué no hacemos un Récord Guinness de chefs?- así ¿No? Salió de chiste y poco a poco ese chiste fue tomando importancia, y la primera vez que lo hicimos no lo ganamos, porque había ya un récord en Dubai, no me acuerdo, como con 1500-1600. Lo hicimos el siguiente año y el siguiente año ya vino un juez de Nueva York a hacer como todo el protocolo, porque es como una especie de... Como notaría, pero internacional, a certificar -Ah, esos sí son chefs- -Ah, no estan nada más vestidos con sus uniformes-. Cerramos Reforma, fue algo muy chistoso porque todavía no estaban las cosas de la fotografía de dron, entonces cerramos Reforma, hubo toda una organización para poner a todos los chefs, organizarlos a todos. Nos prestan un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública y ahí nos tienes, corriendo y con el helicóptero ahí abajo. Si fuera ahora sería con un dron así de -Bueno, ya está-. Pero bueno, esa fue la experiencia y esa vez si ganamos.
El camino por recorrer
Por último, le pregunté sobre el futuro de su carrera, le tomó unos segundos más contestar, a comparación de las preguntas anteriores.
“Esa es una muy buena pregunta que diario me la hago, porque diario cambian muchísimas cosas y el hecho de tener algo tan claro y exacto creo que a veces, eso es mi perspectiva, creo que a veces me cierra otras puertas por querer ir solo a un destino. Ya que en lo que digo, en el tema de la fotografía, pues diario está cambiando, pero en el camino pues vas tomando otros rumbos y ¿Hacia dónde quiero ir? La verdad es que quiero hacer, o seguir haciendo lo que me gusta que tenga un valor, un valor también económico, o sea en el tema pues como empresa. Haciendo las cosas, sin perder el valor ético de las cosas que me gustan hacer. Me refiero al tema de no prostituir lo que hago, vaya, que me sigan pagando por hacer lo que me gusta. Pero si quisiera llevarlo a algo más elevado sería de una forma internacional, o sea que lo mismo que puedo hacer aquí, pues que lo hiciera en Asia, o que también lo hiciera en Francia eso sería como un ideal, ese sería el camino.”
Sin duda, Virro Borja es un ejemplo del talento mexicano, un joven dedicado y con un gran
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