Erika Swain. Elegante, fuerte y trabajadora. Una mujer que no se detiene ni ante el peor contratiempo con tal de seguir creciendo.
Escucho el sonido de los zapatos de tacón sobre el frío piso de mármol acercándose cada vez más a la entrada en donde me encuentro. Se abre la puerta y me encuentro con una mujer cuya apariencia es fuerte y seria, sin embargo, al verme sonríe y me invita a pasar. Era de esperarse su reacción, pues su larga trayectoria en los medios y el saber lo difícil que es conseguir una entrevista le conmueve el corazón. Ella me lo confirma, incluso me agradece el haberla contactado ya que le alegra ayudar a comunicólogos en proceso.
Su historia parece nacer de este simple comentario. Desde su nacimiento en Ensenada se a visto afectada con distintas circunstancias difíciles las cuales definitivamente no ayudaron a su camino como figura pública.
Hija menor en un grupo de 4 hermanas, hijas de un político de mente un tanto firme, su sueño de ser actriz y aparecer en televisión se veía cada vez más lejano.
“Yo amo a mis padres, mi papá me lo dio todo, mi madre me lo sigue dando, pero si me hubiera quedado con ellos, jamás estaría en el lugar en el que estoy hoy.”
A una corta edad, dejó aquel pueblo e inició un viaje a la Ciudad de México en búsqueda de esa fama, de ese American Dream con el que todos soñamos. Y así lo hizo, a base de estudios y de mucho trabajo arduo comenzó a ser notada por las cámaras. Esta atención le permitió volver a su natal tierra pero ahora como una postulada al certamen de belleza de Señorita Baja California.
Su regreso tomó la atención de todos en aquel lugar, incluso de un hombre a quien desposaría más adelante. También, padre de sus dos hijos. Sin embargo, un trágico accidente automovilístico se llevó de su lado a este hombre, devastando su vida y dejándola sola con 2 pequeños varones de 2 y 3 años.
“Fue sumamente difícil, había perdido una parte del apoyo de mis padres y ahora no tenía a mi marido. Estaba sola y era responsable de otras dos vidas. Me sentí perdida, pero mis hijos me inspiraron a seguir trabajando y a salir adelante.”
Regresó a la gran ciudad y consiguió un puesto como conductora de un noticiero en Televisa. Años después, su camino se cruzó con el de un empresario importante, Simón Atri. Hijo de familia judía y con grandes poderes adquisitivos, este hombre dio todo de sí para ayudarla a cumplir sus sueños, tomó a los dos pequeños como hijos propios y los impulsó a ser grandes personas. A la fecha siguen juntos y siguen dándose el 100% para conseguir lo que desean.
Papeles importantes dentro de Televisa y cine independiente Mexicano, un hijo en la Anáhuac y otro en camino a ser actor, más premios de certámenes de belleza y un viñedo son ahora las joyas que logró sacar y pulir en la oscuridad de su vida.
Una mujer fuerte que no toma un “no” por respuesta, decidida y perseverante, sin duda alguna, un ejemplo a seguir.
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