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domingo, 3 de noviembre de 2019

Detrás del telón de un político




Entrevista a Luis Ernesto Serna,  ex Secretario Particular del antiguo Jefe de Gobierno de la CDMX. 

Se podía percibir lo sofisticado del lugar, a primera vista un tragaluz llenaba la oficina de calidez. Su escritorio saturado de papeles, no imagino la cantidad de trabajo al que se enfrenta cada día. Mi atención fue robada por una vitrina, empotrada a la pared, contenía una colección bastante peculiar; enfilados una serie de cabezones de todos los presidentes desde Guadalupe Victoria hasta Enrique Peña Nieto. En una de las esquinas de la oficina se levantaba la bandera de México y a su lado un librero color chocolate con libros históricos de nuestro país.  Sentado con un cigarro, repasó los recuerdos que guardaba, parece un hombre serio y dedicado a su trabajo, nadie lo podría sacar de aquella oficina. 

Desde chiquillo 
Luis Ernesto Serna nació un 7 de febrero de 1970, en el estado de Durango, llegó a la Ciudad de México pero él ya tenía su destino escrito, ser amigo del ex Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa. A las afueras de la calle Petén, en la colonia Narvarte, un grupo de amigos se reunía para jugar cascaritas. Su amistad nació y se conserva hasta ahora,  todos los capitalinos fuimos testigos de la uña y mugre entre estos dos durante el gobierno de EPN. Era un niño muy hiperactivo podría decirse que hasta problemático. 

– Sí, el Chayote, ah qué madrazo le metí –  las carcajadas se apoderaron de su persona, pobre de su amigo Fernando, recibió un empujón y de remate un golpe en la cabeza contra un poste de luz. 

– Espérate eso no fue lo mejor, su madre salió corriendo con tijeras, le cortó los pelos a su hijo en la herida, le puso limón y le prendió fuego para cauterizar.

Sus mejores momentos estaban marcados sobre las calles de la colonia, a los 6 años, él y sus amigos decidieron poner a prueba la moto de Juan Carlos Herrejón, quien tenía una motocicleta  blanca; amarraron una avalancha a la parte trasera del vehículo y se iban a la Glorieta de Vertiz  a dar vueltas con ella. 

Conoció a su esposa a los 17 años, María de los Ángeles,  a los 18 años contrajo matrimonio; sí por embarazo. Fernanda nació a los 19 años, empezó a trabajar en el INEGI pero seguía viviendo con sus padres. A sus 24 años su segunda hija arribó, Paulina,  a los 29 años tuvieron a Luis Ernesto, mejor conocido como Neto;  dando el cierre al los miembros de la familia.  En 2005 renunció a su empleo para trabajar en seguimiento de procesos del ISSSTE junto a su hermano José Manuel Serna. Hasta el 2010 que se volvió consejero de Margarita Zavala y de ahí a ser la mano derecha de Mancera en 2012.

El Viejito 
Era algo de esperarse, recordar los últimos momentos de su padre, a cualquiera le transforma el rostro. Con movimientos sosegados, le dio otra calada a su cigarro.  Su padre, Julio Serna Beltran,  murió el 13 de diciembre de 1998 a los 81 años.

– Ah, el Viejito.

En las últimas semana se la pasaba acostado en cama, su madre María Luisa, en silla de ruedas y Luis seguía viviendo en su casa, así que se dedicó a cuidarlos. Fue una época difícil, eran muchos gastos entre hospital y funeraria. 

– Cada 13 de diciembre y 13 de mayo nos comemos un helado de maracuyá, era el favorito de mi papá. 

Julio Serna padre siempre les inculcó el valor de la lealtad, compromiso por lo que hace y por supuesto, el amor a la familia.  Esas palabras resonaban en la habitación poco a poco su boca expresó más palabras. Era necesario que su familia tenga la sensación que su abuelo los acompañaba. Cada comida del 24 y 31 de diciembre, El Viejito quería a toda la familia para celebrar las fiestas y cada 15 días es temporada de fútbol reunirse para ir al estadio de CU. 

Lo más preciado
– Mi pilar es mi esposa, Ángeles sin duda estos 31 años de estar juntos, le agradezco por estar junto a mi cuando no tenía nada. 

Su matrimonio ha perdurado, el único de sus hermanos exento del divorcio. Su mayor satisfacción es ver cómo su familia ha crecido en los últimos años con sus nietos Sebastián, José María y el recién nacido, Nicolás. 

– Ver a Neto por fin decidido sobre su carrera, me trajo una paz. 

Se veía orgulloso, al parecer su hijo ya tiene el control de su futuro, algo que parecía imposible dado los problemas escolares en su infancia. El sonido de su celular lo distrajo de sus pensamientos, tomó la llamada. Usaba una camisa blanca entallada, en los extremos unas mancuernillas definían las mangas, un pantalón gris cuadriculado con unos zapatos tipo bostoniano. Terminó la llamada diría que ese hombre no tiene filtro, la naturalidad con la que platicaba con un tono elevado de bromas era refrescante. 

– No podría olvidar aquella vez cuando fuimos al gotcha en el cumpleaños del “Pelón” – hermano mayor de Luis – decidimos fusilarlo, los 40 gueyes les descargamos todas la balas mientras corría de un lado a otro.  

Esoso hobbies que fueron un sacrificio al iniciar el sexcenio de Mancera, los sábados en Six Flags y rematar con el deleite de una carne asada.   

– Me cagan, no las soporto, les tengo mucho miedo – su respuesta fue tajante, odiaba las inyecciones , operaciones; al igual que otros miembros de la familia Serna, quienes se identifican con este temor. Parecía que hablar de su familia daba en el talón de Aquiles del político. 

Zócalo a través de la ventana

– Llegar a tener esta vista, privilegiada fue duro – algunos de los mejores años de su vida los tuvo sentado en la silla que actualmente conserva, un pedazo de aquella oficina que le recuerda los buenos pero duros momentos que tuvo en aquél puesto. Su asiento era negro, con su nombre bordado en la parte de atrás y con sus iniciales en la cabecera. 

Todo comenzó en el 2008, cuando Miguel fue Procurador de Justicia del Distrito Federal, le ofreció ser su secretario particular, pero su amigo de la infancia lo rechazó; en su lugar su hermano Julio aceptó el puesto. Mancera renuncia a su puesto como procurador el 6 de enero del 2012 para lanzarse como Jefe de Gobierno. En toda su campaña Luis Serna, se encargó de manejar la agenda y Julio César de organizar los diferentes eventos a los que el ex mandatario asistía.  En julio fue la votación, el PRD fue el partido vencedor y luego de esto aceptó ser el Secretario particular durante el sexsenio. Su apoyo fue evidente hacia su yerno Carlos Jiménez Rodríguez, esposo de su primera hija, para la candidatura en la Asamblea Legislativa en el DF por el PRD, pero perdió.  

– Nunca darte por vencido – la frase que lo acompañó durante sus años de vida.  

No era como cualquier trabajo, estaba claro del calibre de un puesto de gobierno. Pero todo fue más sencillo, la amistad de años con su jefe hizo del cargo cómodo, junto con la confianza de decirse entre ellos las ideas y hablarse siempre con la verdad.  

Al finalizar los seis años, una ola de paz lo atravesó, podría ver más seguido a su familia, dormir más horas. Le agradó como nunca ser parte del cuerpo responsable de la actividad de la Ciudad de México, la responsabilidad que tenía al ser el tercer hombre más importante de la ciudad. 

– El que nada debe, nada teme – fue como describió su situación actual ante las circunstancias que él y su hermano han sido expuestos por los medios.  

Se paró de la silla, apagó su cigarro en el cenicero. 

–Me estoy cagando de hambre, ¿vas a gorrear? 



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