Hoy en día Mexico se enfrenta a una problemática que atenta contra los más inocentes, el abuso sexual infantil. L doctora Yeri Jaubert ha dedicado su vida a la prevención de esta problemática y nos comparte un poco de lo mucho que ha aprendido con su trayectoria.
-Kevin Tellez
Los abusos sexuales que ocurren durante la infancia son de un carácter especifico que lleva implícitos un sinfín de procesos psicológicos tanto en el abusado como en los allegados a este. Yeri Jaubert ha dedicado su vida a la contención de este tema que por muchos es considerado como un tabú en el ámbito familiar o educativo.
La doctora Jaubert cuenta con una Especialidad en análisis existencial y logoterapia, con una tesis de especialidad sobre el abuso sexual infantil. Cofundadora del proyecto de prevención Cazando Mariposas y directora del proyecto Ponte buzo contra el abuso. Representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con la conferencia Una mirada al abuso sexual infantil en México impartida en todo el país de manera gratuita. Capacitadora de la fundación Pablo Horshman enfocada en prevención del abuso sexual infantil en Kenia y Etiopía, un proyecto de prevención, detección y resiliencia. Y colaboradora del albergue Pozo de vida encargado de la recuperación y reintegración de victimas de trata.
Yeri dedica su vida a la prevención porque cree que vale más la pena esforzarnos no en la corrección de los traumas de aquellos que ya han sido abusados, sino ir directamente a la raíz del problema y proteger a los pequeños desde una temprana edad, dotándolos de las herramientas necesarias para que los casos de abuso se vean reducidos. Es indispensable
Para Yeri que como sociedad nos unamos para erradicar estas conductas tan crueles; brindar a los padres y cuidadores de menores las herramientas y el entendimiento necesario para prevenir por completo una problemática en la que según Javier Enrique López Aguilar, director médico del Hospital de Pediatría del Centro Médico Siglo XXI, del IMSS, nos posicionamos como primer lugar a nivel mundial, con 5.4 millones de casos por año; afirmándolo durante el foro “Violencia Sexual Infantil y Adolescente: Retos Legislativos”.
Con el trabajo de Yeri estamos cada vez más consientes de las implicaciones de esta problemática y cómo es que podemos transformar la situación del país protegiendo a los más inocentes.
¿Qué es el abuso sexual infantil?
El abuso sexual es cualquier interacción entre un niño y una figura de autoridad, que aprovechando su poder incita al menor a una estimulación sexual del abusador o a volverlo un observador. Usualmente implica un contacto físico que incluye elementos como, besos, caricias, frotamiento, sexo oral y penetración vaginal u anal. Es posible que el abusador encuentre placer con solo exhibirse ante el niño u obligándolo a exhibirse ante él.
¿Cuándo podría considerarse que la interacción entre dos individuos es de carácter sexualmente abusivo?
Generalmente es una actividad en la que es más que evidente la diferencia de poder entre los involucrados, comúnmente en el proceso no existirá un carácter agresivo o violento físicamente; sino que haciendo uso de juegos, chantajes, engaños y amenazas, el abusador asegurará el control de la situación.
¿Un pederasta y un pedófilo son lo mismo?
Erróneamente se piensa que son sinónimos, cuando en realidad un adulto que siente atracción sexual hacia un menor, no necesariamente es un pederasta. Por regla todos los pederastas son pedófilos pero no todos los pedófilos son considerados pederastas.
La pedofilia es un trastorno sexual que no supera las fantasías, mientras que la pederastia es una práctica que afecta al niño a través de conductas delictivas que derivan en serios daños psicológicos, sociales y sexuales.
Según Yeri las estadísticas nos indican que la mayoría son hombres, pero que también existe un alto indice de mujeres abusadoras. No suelen ser personas desagradables, por el contrario, son lo suficientemente encantadores como para seducir al niño o niña. Son personas conocidas y que cuentan con la confianza total de la familia; se cree que los principales abusadores dentro de la familia suelen ser tíos o primos, pero en muchas ocasiones nos encontramos con que los abusadores son los propios padres o hermanos; frecuentemente los abusadores son agresores recurrentes y en un porcentaje significativo son adolescentes.
¿Quienes son los más propensos a ser abusados sexualmente?
Abarca a niños y niñas de todas las edades, desde la infancia hasta la adolescencia. No respeta grupos sociales, étnicos, religiosos ni culturales. Hace falta comprender que sin una prevención efectiva, todos los niños son vulnerables.
¿Existe alguna manera de prevenir el abuso?
La labor de los padres es definitoria para que un menor esté protegido, el riesgo siempre existirá, así que no se trata de erradicar a los abusadores sino de enseñar a los niños las medidas de defensa efectivas que podrían salvarlos. Hay que animarlos a que se sientan cómodos respecto a sus cuerpos, nombrar los genitales con sus nombres reales y sin vergüenza. Que les quede clara la diferencia entre un contacto cómodo y uno incomodo, el tipo de tocamiento entre un niño y un adulto que ellos pueden considerar como apropiado. Los padres deben explicar a los niños que los agresores pueden tratar de engañarlos y junto a esto hace falta desarrollar una confianza entre los padres y el menor lo suficientemente estable como para que el niño no tenga miedo de contar lo que esta pasando.
Tras la larga lista de consejos de Yeri, ella asegura que el más importante es que si llegara a darse el abuso y el niño está dispuesto a hablar, es imperativo que el padre reacciona con una actitud de apoyo; el miedo más grande de un niño abusado es que sus padres no le crean, así que bajo ninguna circunstancia se cuestiona si lo que el niño dice es una mentira o una realidad.
La experiencia de Yeri en el tema le permite asegurar que este tipo de abuso se da en secreto, en su opinión aún hace falta hablar abierta y públicamente de esta problemática, y concientizar a los padres para que puedan detectar cuando el menor ya ha sido agredido o está en riesgo; así como instruirlos en la enseñanza de los menores para su propia defensa. El tomar cursos y asistir a conferencias como las que Yeri imparte son buenas medidas para proteger a quienes más amamos y tomar acción en esta problemática nacional.
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