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sábado, 17 de octubre de 2020

Cuestión de suerte

 


“Haber hecho algo tan importante como clasificar por primera vez a unos Olímpicos, es algo que hagas lo que hagas, te retires o no, siempre va a estar cerca de ti”.


Un joven alto, de semblante alegre, su cara es redonda y lleva una barba no muy larga. Contestaba a mis preguntas mientras se tomaba un café en una taza blanca, se ría con sus anécdotas, se le notaba cómodo conforme se desarrolló la entrevista. José Martínez jugador profesional de voleibol nos cuenta las experiencias que le ha dejado este deporte.


Sus inicios
Practicó basquetbol desde tercero de primaria y hasta la prepa, nunca paso por su mente jugar voleibol. “Los deportes son por temporada entonces jugaba basket, pero la temporada se acababa, y pensaba no quiero esperarme un año más para volver a jugar”, un amigo le dijo que él era capitán en el equipo de voleibol, que si le interesaba podía entrar, al final le iba a servir para poder saltar más en el basket y José acepto. Empezó a jugar por diversión, para pasar el tiempo, pero fue en su último año de prepa cuando sus entrenadores le dijeron que veían potencial, algo que el nunca había considerado. “En mi último año de prepa ya no consideré el basket por primera vez en casi 10 años, fue cuando dije a ver que consigo con el volley, a ver qué pasa”.


Llegar a la selección
Las selecciones de voleibol de México han dependido prácticamente de estudiantes, lo cual les ha permitido tenerlos de tiempo completo. Para ellos es difícil, entregan mucho tiempo y esfuerzo en ello, los sacrificios que hacen son muchos. A lo largo de la entrevista José siempre dijo que su recorrido en el mundo del voleibol ha estado lleno de suerte. “Llegar a donde llegue, fue tomando un par de buenas decisiones, conocer a la gente indicada que me permitió ir escalando, y que no era tan malo jugando” dijo entre risas. 
Su primer gran paso fue ir a una prueba en el Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México “Me dijeron estás grandote y como que si le juegas” ahí fue donde comenzó a conocer a las personas que lo guiarían a quedar en su primera selección. Empezó a jugar con un equipo del IMSS para una olimpiada nacional, ese mismo año quedaron en segundo lugar, empezaban a hablar de él, nadie sabía de dónde venía, pero había ganado un nacional. “Fueron varios pasos que me fueron dirigiendo de buena manera, que comencé a estar presente en los selectivos”. Muchos jugadores se preparan desde muy chicos, conocen el sistema, los torneos, personas que se preparan por años para alcanzar sus objetivos. “Yo empecé a quererlo cuando supe que existía, pero no algo que había querido por años, yo fui queriendo conforme voy subiendo y conforme voy conociendo”. Junto con la sub21, clasifico al mundial U21, algo que no había sucedido en años, el equipo comenzó a dar buenos resultado, comenzaron a ponerles más atención, tenían potencial para el futuro.

El clasificatorio 
Su recorrido con la selección mayor no fue el mejor, con pasos tumultuosos, en los que estaba en intermitente entre ser un jugador titular o no. El año de los Olímpicos, era un año importante, todos lo sabían, en la concentración estuvieron todos los titulares. Tomás y Samuel los dos centrales titulares estaban en su mejor momento en ese entonces. Algo cabizbajo José me comenta que, en ese momento, se sintió frustrado, porque sentía que podía dar más y que pensaba en porque no lo metían a él. “Lo veo hacia atrás y ese año la verdad es que no jugué mucho, pero hasta cierto punto me dieron mi oportunidad y mi espacio”. 
Todo el proceso de los Olímpicos, lo vivió desde afuera, en el clasificatorio solo jugó una vez, al final del partido. Los 14 que clasificaron, desde los que más jugaron, los que menos jugaron, entrenadores, todos, se lo ganaron fue un trabajo de un grupo unido y sólido. En ningún momento José se hizo menos por no haber jugado tanto tiempo, en cambio alentó a que cada integrante del equipo es fundamental. “En los entrenamientos estamos jugando nosotros contra nosotros, son los titulares queriendo solidificar su juego y los demás queriendo dar lo mejor para demostrar que si podemos y que debemos estar ahí”.
El clasificatorio se jugó en la Ciudad de México, en el gimnasio Juan de la Barrera. El voleibol nunca ha sido un deporte popular en México, sin embargo ese día el gimnasio estaba en lleno total, las entradas se agotaron, la gente seguía esperando a fuera, el ambiente que se vivía era increíble. El apoyo de la gente y la solidificación del equipo fueron fundamentales para lograr este pase. “Se hizo historia. Ser parte de este grupo, queda marcado para siempre”.

Los Olímpicos 
Los mejore 12 equipos pasaban, después de 48 años sin clasificar a unos Olímpicos, en Rió 2016 el equipo varonil de voleibol lo logro. Ambos grupos eran de la muerte, se sabía que van los mejores, les tocara donde les tocara, sabían que sería un reto. “¿Cómo eliges contra quien quieres jugar? contra Estados Unidos o contra Rusia, nos tocara donde nos tocara era algo completamente difícil”. José recalco que para ellos el clasificatorio fue sin duda en dónde vivieron más presión porque o se clasificaba o se perdía el pase, en cambio en los Olímpicos, ya estaba ahí, había más oportunidad de juego, no pensaban que ganarían, pero fue una experiencia de crecimiento. 
Como jugador que no era considerado titular, el conto que siempre tienes que estar listo, puedes entrar en cualquier momento, cuando el titular este cansado o alguien se equivocó, es tu momento, con la cabeza fría y aunque solo entres un punto, siempre tienes que estar listo para lo que venga.  “Aunque solo vayas a estar un punto, dicen los entrenadores: “Aunque solo entres un punto, si haces bien las cosas tienes 100% de efectividad” es mejor tener eso que 0%, es mucha diferencia”.
La experiencia de Olímpicos fue algo inigualable para él, cuenta que no es solo estar allá es todo el proceso que conlleva, desde estar en México, visitar los pinos, el viaje, el apoyo de la gente que es algo que nunca se había visto en voleibol mexicano, hasta estar caminando en la villa de los atletas. “En todos los demás torneos ves puros jugadores de volley, en cambio estar en unos Centroamericanos, Panamericanos y obviamente los Olímpicos no solo ves la calidad del voleibol sino de todos los diferentes deportes, como experiencia es algo inigualable”. El estadio, estar en el famoso Maracanãzinho, un estadio grande, repleto de gente, luces por todos lados, es algo a lo que no se esta acostumbrado en México. “Hasta el VAR, es la única que ves que yo he jugado con el VAR, es muy novedoso” me dijo entre risas. Países como Brasil, Italia, Rusia, están acostumbrados a los estadios grandes y siempre llenos. “Yo creo que hay una dualidad, la gente los sigue porque son buenos, pero también son buenos porque hay mucho apoyo, que es algo que no hay en México”. Para José la experiencia de Olímpicos, sin duda fue algo muy diferente, pudo jugar en casi todos los partidos, obteniendo buenos puntos, sintió el apoyo de la gente, cuando les decían que los veían en televisión, o en un periódico hablaron de ellos, el equipo tenía un objetivo en común, tener un grupo de trabaja unido como el que tuvieron y lograr hacer historia.

Carrera Profesional
Jugó como profesional una temporada en Francia para un equipo de 3era división en Estrasburgo, después de graduarse estuvo buscando equipos por todos lados, fue algo difícil pero finalmente un equipo lo contrato. “Fue un momento muy satisfactorio, alguien me quiso contratar, alguien dijo: su juego vale. Fue algo muy gratificante vivir del deporte al que tanto tiempo le he dado”. No le importaba la división, el equipo o el país su meta era poder jugar profesionalmente.
Actualmente reside en Australia, no iba buscando jugar voleibol, pero la suerte nuevamente lo llevo hacia ese camino. Con el equipo de su universidad jugaron la liga estatal y luego la Universiada en ambos quedando entre los primeros lugares. Entro al equipo de la ciudad para jugar la liga nacional australiana en el que su ciudad quedo en tercero lugar después de 12 años. “Otra vez se me dio ser importante en un equipo, y no solo en mi equipo, jugadores de otros equipos hablaban “del mexicano”. Se siente bonito que te reconozcan por quién eres, al final hasta el presidente de la federación de Australia me felicito” me dijo con una sonrisa enorme en su rostro. 

José termino diciendo que el seguirá jugando mientras pueda, y se le permita, no importa si es una liga profesional o no, la gente, la suerte y su talento lo han llevado hasta dónde está hoy, en un país nuevo dónde no conocía a nadie, y en dónde ahora lo reconocen.

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